No compliques más las cosas

Marco Aurelio, en Meditaciones dice que “toda explicación requiere de unos cálculos”, y que “es preciso mirarlos con atención sin turbarse ni molestarse con los que se molestan”.

En la vida, nunca vamos a estar de acuerdo con todo el mundo, ya que no todo el mundo piensa como nosotros y eso es una realidad inalterable. En ciertas situaciones, te toparás con gente que no entienda tu punto de vista y debido a ello se molesten y enfurezcan, pero ante esta situación, ¿Qué harás? te enfadarás igual que ellos y comenzaréis una discusión o por contra intentarás explicarles el por qué de tu pensamiento y de esta forma intentar hacer ver a la otra persona que podéis contrastar vuestras perspectivas y llegar a una conclusión mutua.

Muchas veces te toparás con la situación de que se te critique por tus decisiones o pensamientos, pero eso está bien, como he dicho antes, no todo el mundo piensa como tú. El hecho de que alguien te critique no te da derecho a criticarle de vuelta sin ningún tipo de razón, y eso es algo que nosotros no entendemos. Instintivamente, cuando alguien te ataca, lo primero que te sale es defenderte, y verbalmente hablando, un ataque (crítica) se devuelve con otro ataque (otra crítica) o poniéndote a la defensiva. Pues déjame decirte que es lo peor que puedes hacer.

Cuando una persona te critica, en lugar de pensar en lo cruel y descarado que es deberías de reflexionar. Hay muchos comportamientos nuestros de los cuales no nos damos cuenta y que no son agradables para los demás. La crítica tiene que invitar a la reflexión ya que si alguien te ha dicho, por ejemplo, que eres un maleducado comiendo en la mesa por comer con la boca abierta, en lugar de devolver el ataque quizá deberías pararte a pensar que puede que tu conducta no sea agradable a los demás pero como llevas tanto tiempo haciéndolo sin que nadie te diga nada no te habías dado cuenta.

Ante las críticas de los demás, hay que tener una virtud muy importante llamada Personalidad, ya que, en mi caso, me han llamado friki por leer libros de automejora, cosa que considero de lo más productivo y de las cosas que más te pueden aportar como persona. Ante estas críticas, simplemente no reacciono ya que no me importa que me ataquen por hacer algo que es bueno para mí o para los demás. Ahí es donde entra en juego la personalidad, el no dejarte llevar por las opiniones ajenas, porque cada uno tiene su vida y decide vivirla como quiere. Lógicamente puedes recibir recomendaciones sobre qué hacer en determinadas situaciones de tu vida, pero la elección reside en ti, no en los demás. Si cuando me dijeron por primera vez friki por leer esos libros lo hubiese dejado, jamás hubiese tenido esta iniciativa de iniciar una Newsletter.

Para practicar día a día

La próxima vez que recibas una crítica, trata de catalogarla en dos tipos: Crítica constructiva que es aquella que te invita a la mejora y que probablemente te llegue porque estás haciendo algo mal de verdad o porque no lo estás haciendo tan bien como podrías hacerlo. Y Crítica destructiva que es aquella que te llega por ser diferente al resto o a alguien en particular, como en mi caso por la lectura.

Una vez hayas catalogado el ataque, hay dos opciones, si la crítica es constructiva, deberías reflexionar sobre ella y si puedes cambiar a mejor en el aspecto por el que has sido criticado ponerte a ello. En el caso de que la crítica sea destructiva, debería de darte igual y olvidarla, recuerda que los demás no ven la vida con tus ojos y no la viven como tú, cada uno es distinto y por eso tienen opiniones diferentes.

Si haces algo mal, te critican y si lo haces bien, buscan el error.

Anónimo

Aprendo Estoicismo

Esta Newsletter está inspirada en el libro "Diario para estoicos" de Ryan Holiday y Stephen Hanselman.

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