Deja de vivir para los demás

Hoy vengo a hablaros de una de las mayores barreras que tienen la mayoría de las personas a la hora de actuar. Uno de los más grandes miedos que tenemos en nuestro día a día y que nos hace movernos como títeres sobre los que otros tienen el control. Y este es el miedo al qué dirán.

Nos preocupamos demasiado por la opinión que los demás tienen de nosotros, dedicamos mucha energía en preocuparnos por qué pensarán las personas si actuamos de una forma u otra. Esto nos lleva a moldear nuestro comportamiento para agradar a los demás y no a nosotros mismos. Constantemente nos alejamos de lo que nos hace felices a nosotros mismos y nos ceñimos a lo que los demás esperan de nosotros, sin atender a nuestro yo interior.

Todo esto deriva en falta de personalidad.

¿Por qué es mala la falta de personalidad?

No tener personalidad es ser literalmente un NPC. Haces lo que los demás te dicen que hagas, actúas por quedar bien con los demás, buscas encajar en todos los grupos, tienes varias “máscaras” depende de la situación a la que te enfrentes y tienes unas malas creencias. Esto conlleva a tener 0 carisma y a ser 0 feliz con tu vida. Hoy te vengo a contar por qué te debe dar igual la opinión de los demás y cómo conseguir que te dé igual lo que los demás piensen de ti.